Realmente estoy ganando dinero con mi negocio? ¿La rentabilidad me permite recuperar el capital invertido? ¿Hasta cuándo se puede endeudar la empresa sin poner en riesgo su sustentabilidad futura? Éstas y muchas preguntas más son los interrogantes que se puede plantear un empresario, un asesor, un banco o cualquier otro agente económico que se relacione con una entidad comercial. Aquí es cuando comienza a jugar un rol fundamental la información contable.
Muchas veces las decisiones se basan sólo en la intuición o en la experiencia, situación generalizada en la mayoría de las Pyme. Cuántas veces hemos escuchado frases como “no sé si gano o pierdo con la venta del producto”, o “creía que ganaba plata pero cuando me di cuenta, no me alcanzó para reponer mis maquinarias”, o “voy a un banco y no me prestan fondos porque no tengo forma de demostrar capacidad de repago”.